Marruecos ha aumentado los miembros de las fuerzas auxiliares (agentes de seguridad que dependen del ejército) en las fronteras de Ceuta y Melilla para impedir la llegada de los subsaharianos a ambas ciudades para disminuir la presión sobre estas dos ciudades.
En este marco, Rabat está adoptando una estrategia que consiste en aumentar los efectivos de las fuerzas auxiliares cerca de las dos fronteras de Ceuta y Melilla. Rabat responde de esta forma a la petición hecha por el ministerio del interior hace dos semanas. Las ONGs en el norte de Marruecos y la prensa digital regional hablan de un aumento notable de las citadas fuerzas con el objetivo de impedir la llegada de los subsaharianos a las vallas que separan Ceuta y Melilla del resto de Marruecos.
También está estrategia consiste, según aporta hoy el periódico digital Alyoum24.com, en trasladar a los subsaharianos al centro de Marruecos, a ciudades como Fez, Meknes, Rabat y Casablanca con el fin de disminuir la presión sobre Ceuta y Melilla.
Sin embargo, Marruecos no quiere responder a la petición de Madrid en lo que se refiere a “la devolución caliente” de los inmigrantes subsaharianos que logran llegar a Ceuta y Melilla. Por una parte, no reconoce la soberanía de España sobre las dos ciudades, y por otra parte, sabe que esto va en contra de la ley española y quiere evitar las críticas de las ONGs.
La inmigración ha sido durante muchos años un tema de confrontación entre Marruecos y España, pero en los dos últimos años reina un entendimiento total lo que está facilitando la lucha contra este fenómeno.