El nuevo informe publicado por las Naciones Unidas sitúa a Marruecos a la cabeza de los países productores de la resina de cannabis (Hachís), cuya producción alcanza ya las dos terceras partes de los que circula en el mercado internacional, asimismo, el citado informe ha exigido la abolición del proceso de legalización del consuno del cannabis aprobada por varios países, entre ellos, Uruguay.
Marruecos es conocido a nivel mundial como primer productor y exportador de la resina de cannabis, y según el informe publicado por la ONU esta semana, que además de confirmar dicho liderazgo en la producción y exportación de esta materia, indica que el 65% del cannabis interceptado a nivel mundial procede de Marruecos, aunque el informe señala que la producción de cannabis en Marruecos ha disminuido en estos últimos años.
Por otra parte, llama la atención la extensión del cannabis marroquí, que no se ha limitado a Europa Occidental, sino que también se extendió a las zonas de Oriente Medio y África Occidental.
A lo largo de estos últimos diez años, Marruecos adoptó una serie de medidas para frenar la producción del cannabis, entre éstas, el control de las tierras donde se cultiva y su pulverización con productos químicos, lo que llevó a la disminución de la producción, sin embargo, los cultivadores recurrieron al cannabis procedente de Pakistán que, cuando se siembra, cuadruplica la producción en comparación con el cannabis marroquí.
El ministro de Comunicación marroquí Mustafá El Khelfi comentó el informe de las Naciones Unidas destacando los esfuerzos realizados por Marruecos para acabar con la lacra del cannabis subrayando que en 2013 se interceptaron 500 toneladas de hachís.
A pesar de la ausencia de estadísticas oficiales, se estima que la producción del cannabis a nivel mundial genera ingresos que superan los 13 mil millones de dólares, las dos terceras partes pertenecen a Marruecos, o sea el equivalente a 5 mil millones de dólares que se invierten en la economía informal en Marruecos.
Las Naciones Unidas ha advertido en su informe de los intentos de algunos países de regular y legalizar el consumo del cannabis, tal como ocurrió en algunos países como Uruguay y los Estados Unidos donde se legalizó la producción y el consumo de marihuana. En este aspecto, Naciones Unidas había advertido a Marruecos en diciembre del año pasado de los riesgos y peligros que supone la legalización del cannabis en el país.
